
RESEÑAS
Los sistemas autoritarios que se benefician de la buena voluntad del Gobierno de España llenan los titulares con escandalosas violaciones a los derechos fundamentales. A seis meses de la muerte del disidente cubano Orlando Zapata, la huelga de hambre está también a punto de cobrarse la vida de su compatriota Guillermo Fariñas, y acaba de hacerlo en Caracas con Franklin Brito, que alcanzó los 39 kilos de peso esperando a que las autoridades chavistas le restituyeran la propiedad que le quitaron arbitrariamente. Por su parte, la familia de Sakineh Ashtiani, una viuda iraní condenada a la lapidación, ha conseguido que la atención internacional repare en un destino que en la tierra de los ayatolás amenaza por lo menos a otras catorce personas, según datos de Iran Human Rights, mientras que 135 jóvenes podrían pagar con la pena capital por delitos que cometieron cuando eran menores de edad.